San
Martín Texmelucan, Pue. Para evitar que las siete piedras grabadas con figuras
prehispánicas, conocidas como petograbados de la comunidad de San Buenaventura
Tecaltzingo, sigan siendo presa del vandalismo y sean deteriorados por las
inclemencias del tiempo, vecinos consideran que es necesario que el próximo
presidente auxiliar busque el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) y Ayuntamiento para la construcción de un museo que resguarde
dicho material histórico.
De acuerdo a vecinos
resaltan que desafortunadamente las piedras grabadas con figuras prehispánicas por
años estuvieron expuestos al público al aire libre, primero estuvieron frente
al templo católico de la comunidad y después fuera de la escuela primaria, donde
los niños los deterioraron porque se subían en las piedras y jugaban en ellas,
mientras que los adultos las agarraron como un lugar de descanso, así como al
no estar vigiladas jóvenes vándalos las dañaron con grafitis.
Ante la problemática,
las autoridades auxiliares decidieron pasar las siete piedras grabadas frente a
la presidencia comunitaria para evitar que siguieran siendo dañadas, sin
embargo siguen expuestas a las inclemencias del tiempo, por lo que una de las
exigencias de los ciudadanos de Tecaltzingo es que se construya un lugar donde
estén protegidas y se sigan exponiendo al público.
Por ello, consideran
que una de las prioridades que deben tener la próxima autoridad auxiliar es
realizar las gestiones necesarias ante el INAH y el Ayuntamiento para que se
apliquen recursos para la construcción
de un museo de sitio, en donde se expongan los petograbados, ídolos y diversos
objetos de barro prehispánicos que la misma gente ha encontrado en los terrenos
de cultivos y en lugares donde se han realizado obras de drenaje y agua
potable.
Cabe mencionar que las
piedras grabadas o petrograbados tienen figuras antropomorfas y zoomorfas, correspondientes
posiblemente a la fase Cholula III de la época prehispánica, formados por
líneas rosadas poco profundas, de aproximadamente 10 a 15 milímetros de ancho,
cuya estructura superficial es diferente de la superficie de la piedra y por lo
general se reconoce con claridad.
Por: Ascención Benítez Sánchez.
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