San
Martín Texmelucan, Pue. Alrededor de 300 personas de la comunidad de San Juan
Tuxco logran evitar que una señora fuera desalojada de su vivienda por un grupo
de abogados y policías, propiedad que es reclamada por la supuesta propietaria
de nombre María del Simón Espinoza.
Hasta la Calle 12 de
Diciembre de dicha comunidad, en la casa de la Señora María Teresa Olmedo
arribaron abogados acompañados con policías municipales y ministeriales con el
objetivo de desalojar a dicha persona, debido a que la propietaria de nombre
María del Simón Espinoza la reclamaba como su propiedad.
Los abogados dijeron
con voz tajante a la Señora Teresa que tenía que desalojar la vivienda ya que
había una orden judicial, sin embargo la afectada les argumento que ella la
única dueña y contaba con las escrituras del inmueble en la que vive desde hace
20 años que llego a la comunidad de San Juan Tuxco, por lo que pidió a la
supuesta dueña mostrar su escritura.
A pesar de los
argumentos de la afectada, esta fue obligada por los abogados y policías a
sacar sus muebles, ropa y otras pertenencias, las cuales quedaron en la calle,
por lo que vecinos al ver que estaban desalojando a la señora Teresa y saber lo
que estaba ocurriendo, inmediatamente empezaron a perifonear y tocaron las
campanas de la iglesia.
Lográndose reunir
alrededor de 300 personas en la calle 12 de diciembre, quienes cuestionaron a
los abogados y a la supuesta dueña del porque el desalojo y que presentaran las
escrituras que avalan que es propiedad de María del Simón Espinoza, ya que la
afectada tiene años viviendo en dicho lugar, tras subir de tono la discusión
los demandantes terminaron por retirarse del lugar para evitar cualquier
confrontación.
Tras retirarse, algunas
personas ayudaron a María Teresa Suarez a regresar sus pertenencias a la
vivienda, dejando en claro que estarán vigilantes para evitar que los supuestos
dueños vuelvan a molestar a la afectada, pero de verlos nuevamente en la
comunidad los echaran a patadas porque el pueblo ya está cansado de tantas
arbitrariedades.
Por: Ascención Benítez Sánchez.
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