San Martín Texmelucan, Pue. El Santuario Nacional de la Santa Muerte que se ubica en la junta
auxiliar de San Jerónimo Tianguismanalco, cumple 12 años de abrir sus puertas
en la región de Texmelucan, el cual recibe cada semana de 100 a 150 personas de
diferentes partes del estado y país, que visitan a la niña blanca para pedirle
o agradecerle un favor.
Mario Castro Hernández, es el Fundador y Guardián de dicho inmueble y es en el mes de agosto del 2008 cuando se abre al público en general dicho santuario para venerar a la Santa Muerte, al principio causo expectación e incertidumbre entre los habitantes de Tianguismanalco, y obviamente era mínima las personas que acudían a visitarla, pero quienes lo hacían eran de otras partes de la entidad poblana y tlaxcalteca.
En Texmelucan, en ese entonces, había pequeñas capillas al interior de
viviendas donde solo acudían amigos, vecinos o familiares a hacer oración a la
niña blanca, pero cuando se sabe que hay una santuario dedicada a la Santa
Muerte poco a poco la gente que tiene fe o creencia se va acercando a este
lugar, más aun cuando saben que el 2 de noviembre se hace una festividad en
grande, lo que ha permitido tener cada año más seguidores.
Se tiene contemplado que cada semana visitan el Santuario alrededor de 500 personas, al mes 2 mil y al año un aproximado de 25 mil, donde la gente que acude son de todos los estados del país y obviamente de la región Texmelucan-Huejotzingo, así como del extranjero como son de los estados Unidos, Argentina, Colombia y Chile, lo que se ha convertido en un lugar muy visitado a pesar de que existe otros tres en la entidad poblana.
Al santuario acuden todo tipo de personas, desde el obrero hasta el
profesionista, desde el más pobre hasta el más rico, pero quienes más visitan a
la santa muerte son aquellos quienes a diario arriesgan su vida en el trabajo,
como son los guardias de seguridad privada y policías, profesionistas como los
abogados, algunos artistas y luchadores,
quienes hacen oración, piden o agradecen y se retiran del lugar para continuar
sus actividades.
Por:
Ascención Benítez Sánchez.
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