lunes, 30 de octubre de 2017

2 MIL INFANTES SALEN A LAS CALLES DE TLANALAPAN A PEDIR SU CALAVERITA

San Martín Texmelucan, Pue. Alrededor de 2 mil infantes salen a las calles de la junta auxiliar de San Rafael Tlanalapan a pedir su calaverita con la tradicional calabaza natural que es iluminada con con un pedazo de vela o cera, donde las personas adultas les dan dinero o dulces a lo largo del 28 de Octubre al 2 de Noviembre, que es la temporada de Todos Santos o días de muertos.
           
En sus escritos, el desaparecido cronista auxiliar de Tlanalapan, Benito Benítez Cruz, detalla que de acuerdo a las versiones de los bisabuelos y abuelos se sabe que el pedir "calaverita", ya es una tradición de antaño en Tlanalapan y se tiene de conocimiento que del 28 de octubre al 2 de noviembre durante las primeras horas de la noche, hay grupos de niñas y niños que piden a las personas que se encuentran a su paso o visitan directamente los comercios y casas, donde algunos les dan dinero, otros dulces, frutas o pan de muerto.
Para ello, dicen sus textos, días antes los infantes se dan a la tarea de pedir a los abuelos, papas o familiares que les regalaran una calabaza o chayote que recogían de la cosecha, posteriormente a un costado le hacían un orificio para sacarle toda la pepita hasta quedar limpia en su interior, después con el cuchillo le dibujan y cortaban los ojos, nariz y boca, mientras que en la parte baja hacían un orificio pequeño en el que colocaban un pedazo de cera o vela, que encendían cuando salían a pedir la "calaverita".
El excronista auxiliar, subrayó que las niñas y niños salían de sus hogares con su calabaza natural, pero ya llevaban su vela o cera encendida, lo que permitía que durante la obscuridad la gente observara por donde caminaban los infantes y para donde se dirigían, unos para pedir cantaban, otros decían versos y otros bailaban, a cambio recibían un peso, fruta, pan o dulces.
Agregó que anteriormente los infantes salían de sus casas con su calavera vestidos de manera normal, pero en la actualidad hay niños que se disfrazan de brujas, vampiros y monstros, sustituyendo la calabaza natural, por la calabaza de plástico, cajas de zapatos o bolsas de Halloween, pero a pesar de la modernidad aún hay infantes que apoyados por sus papas conservan la tradición.

Por: Ascención Benítez Sánchez.

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